
Testimonio
Mariano Di Costa
Oficinista – 45 años
¿Por qué decidiste acudir a nosotros? ¿Qué problema o necesidad tenías?
Tengo hernia de disco en dos discos, lo cual me complicaba muchísimo el día a día. Dolores de cintura constantes, no podía hacer cosas básicas como jugar a la pelota con mi hijo.
Trabajo muchas horas sentado y vivía a base de ibuprofeno o diclofenac. Si no me calmaba con eso, me terminaban inyectando. Recorrí guardias, traumatólogos, y todos me decían lo mismo: que esto no tenía cura, que tal vez me tendría que operar… pero que tampoco era lo ideal.
Probé con kinesiología pero no me servía. Busqué alternativas: entre osteopatía y quiropraxia, terminé eligiendo quiropraxia. Y por suerte encontré este lugar, donde me trataron con una calidez impresionante… y me dieron una solución real.
¿Cómo te sentiste durante el proceso? ¿Qué fue lo que más te gustó?
Me sentí muy cómodo. Desde el primer día me sorprendió la atención: me hicieron completar una planilla detallada sobre mi salud y mis dolores, lo cual me dio confianza.
Nunca había ido a un quiropráctico. Tenía miedo, porque había leído que podías marearte, pero fue todo lo contrario. Me explicaron todo antes y después de cada ajuste, me sentí cuidado.
Lo más valioso es que no fue solo un tratamiento. Me enseñaron posturas, me mandaron ejercicios, videos, me explicaron cómo funciona mi columna, analizaron mis estudios… incluso me mandaron info sobre nutrición y consejos sobre qué ejercicios hacer. El acompañamiento es impresionante.
¿Cuál fue el resultado final? ¿Notaste una evolución?
Mi hernia de disco ya no está. El disco está desgastado, sí, pero la hernia desapareció. Ya no tengo esos dolores que me dejaban inmóvil.
Hoy puedo moverme, hacer ejercicio, trabajar mejor. Tengo alguna molestia muy leve en días de mucha humedad o cuando paso mucho tiempo en el sillón, pero es incomparable con lo de antes.
Sigo con los ajustes porque me hacen bien y los espero con ganas. Me ayudan no solo a nivel físico, también emocional: el trato, la dedicación, la calidez del consultorio.
El resultado es 100%. Fue una transformación total. Eternamente agradecido.