Testimonio

Natalia Otranto

Emprendedora gastronómica – 48 años

¿Por qué decidiste acudir a nosotros? ¿Qué problema o necesidad tenías?

Tenía dolor en la columna desde hacía muchos años. Los analgésicos de venta libre ya no me hacían efecto, y los más fuertes, como el tramadol, tampoco.

Mi principal problema era el dolor cervical, que se había vuelto muy difícil de manejar. Busqué durante mucho tiempo un quiropráctico que realmente supiera lo que hacía, porque hay muchos que generan dudas. Después de investigar bastante, llegué a ustedes.

¿Cómo te sentiste durante el proceso? ¿Qué fue lo que más te gustó?

Lo que más sentí fue alivio y placer. Algunos dolores desaparecieron desde la primera sesión.

Con el resto de las sesiones, volví a vivir sin necesidad de tomar analgésicos, que para mí era lo más importante. Al principio hice sesiones más seguidas, y luego pasé a un mantenimiento cada dos meses.

¿Cuál fue el resultado final? ¿Notaste una evolución?

Fue un antes y un después. Nada me ayudó como la quiropraxia. No solo desapareció el dolor, sino que también mejoró mi calidad del sueño.

Hoy sigo con los ajustes porque me hacen bien y me mantienen en equilibrio. Diez puntos.